"Era un concierto de tarde, y nuestro juego de luces era inexistente, pero, con la ayuda de nuestro colega de la escuela de arte Peter Dockley y sus amigos, sumergimos un enorme pulpo hinchable en el lago frente al escenario. como climax del concierto se hinchaba el pulpo y salía erguido del lago.
El momento habría sido aún mejor si unos cuantos fans llenos de entusiasmo y con la mente alterada no se hubieran quitado la ropa y se hubieran lanzado al algo, en una escena que recordaba a 20,000 leguas de viaje submarino, estos lunáticos se enredaron con las bombas de aire y amenazaron con estropear la actuación ahogándose de manera inconsciente. El promotor del festival era Tony Smith, que acabó siendo mánager de Genesis. Tony recuerda que, tras la desgracia del concierto, él y su equipo pasaron mucho tiempo limpiando no el típico detritus, sino un banco de peces muertos del lago que habían expirado debido a la impresión y/o pavor. (Dentro de Pink Floyd)
Es difícil condensar en pocas
palabras lo que significa este álbum. Es tal el derroche de imaginación que
contiene que hay que escucharlo para tener una idea de la dimensión de esas
palabras. Un disco debut de una banda germana englobada en lo que se llamó
"Krautrock" con la madurez de unos auténticos veteranos que tocan con
la coordinación y naturalidad de una maquinaria perfecta.
Nos ofrecen una obra redonda sin resquicios,
absoluta, descomunal, un trabajo directo, genuino, un diamante puro en bruto
donde no necesitan ni de efectos, ni arreglos ni ningún tipo de elemento que
alimente o adorne las creaciones. Son tal como son, cuatro instrumentos
elevados al máximo de su potencial con los que son capaces de realizar una
estructuras compositivas brutales y apabullantes.
El peso especifico recae sobre
teclados y guitarra, los generadores de melodías, los componentes del alma de
este álbum que alternándose o combinados van estableciendo solos que obran
prodigios, maravillas que van saltando dentro de un mismo corte y que nos
transporta de una melodía a otra todavía mejor.
Bajo una sólida base de rock and
blues en la que apenas queda sitio para algunas intervenciones de flauta o
saxofón, apenas se deja oír la voz portentosa, que cuando es escuchada, vamos a
echarla de menos, puesto que se podría sacar mucho más partido de ella.
En su música se pueden observar
algunas pinceladas de elementos jazzísticos ("perception"), ecos de
bandas como unos primigenios JETHRO TULL cuando entra en escena la flauta o
unos DOORS en sus momentos más eclécticos.
Una obra maestra en la que no
hay concesiones al descanso, manteniéndonos dentro de pasajes instrumentales
mágicos que nos hace disfrutar y deleitarnos con una perla tras otra.
Indiscutible.
"En un principio, el jazz se tocaba por las calles y los músicos pasaban hambre por su música. Vivían su vida tal como los músicos del blues recorrían el país, vivían sus canciones y cantaban su vida. Pero ahora resulta que, con el tiempo, el jazz se ha convertido en una música establecida, al igual que la música clásica, y ha terminado siendo la música del establishment. Así, por ejemplo, los organizadores del Festival de Jazz de Berlín trajeron a los artistas del otro lado del Atlántico a costas de la compañía aérea Pan American y de la organización estatal norteamericana United States Travel Service. Es de suponer que esta misma organización se negaría rotundamente a transportar a conjuntos como los fugs, Mothers of Invention o Country Joe and the Fish.
Un comportamiento así no resulta nuevo. Ya en 1921, varios hombres de empresa norteamericanos crearon un organismo de autocensura, con el fin de protegerse ante las obscenidades del jazz y del blues. Así, en el artículo 26 de la Ley de Radiodifusión de los Estados Unidos, aprobada en 1927, se dice entre otras cosas: "Ninguna persona dentro de la jurisdicción de los Estados Unidos está autorizada difundir por radio un lenguaje callejero, obsceno o indecoroso".
La consecuencia de esta ley fue que muy pronto el jazz auténtico del "mensaje pirófago" (Mezz Mezzrow) fuera sustituido por las formas comercialmente aprovechables del ; y de las orquestas de baile de Paul Whiteman (quien en 1922 ganó más de un millón de dolares con sus 28 orquestas que actuaban simultáneamente bajo el mismo nombre). (El mundo de la música Pop)
"Fue también en este concierto cuando Pete hizo por primera vez su famoso "molino", levantando su brazo derecho para dejarlo caer golpeando las cuerdas de la guitarra. Pete: Me inspiré en Richards que, momentos antes de abrirse el telón levantó el brazo derecho y según se abría el telón lo descargó con fuerza comenzando "Come on", la gente no lo pudo ver. comencé a hacerlo ese mismo día, era como un tributo, de todo corazón, después se hizo típico. Sólo una chica que estaba detrás del escenario lo mencionó, me dijo: "estas copiando a Keith Richards". Tiempo después se lo comenté a Richards, no logró recordarlo y no le importó una mierda."
Tim Blake.....................Sintetizadores y percusión Christian Boulé...........Guitarra eléctrica Steve Hillage................Guitarra eléctrica Martin Isaacs...............Bajo Didier Malherbe..........Saxofón Cyril Verdeaux..............Teclados, gong, mellotrón Gilbert Artman.............Batería y percusión
1ª cara:
- 1st Movement 2ª cara:
- 2nd Movement
Proyecto comandado e hilvanado por el teclista y pianista del grupo Cyril Verdeaux que debutando consigue convencer a unos cuantos músicos estelares con ideas fuera de los patrones comunes, como sonSteve Hillage ó Tim Blake. Con ellos y otros músicos dentro de la órbita de Verdeaux, construyen un álbum singular, destacado por su combinación de elementos que lo convierten en un trabajo brillante, novedoso y un tanto alejado de estereotipos. Una obra eminentemente sinfónica que desde el primer momento va a estar dirigida y coordinada por el piano, caracterizado por notas picadas, proliferantes, sin dejar espacio a los silencios. Generador de melodías vivas y crecientes que van engrosando la composición con otros instrumentos, que se van incorporando y con arreglos fundamentales, muy variados y elaborados que terminan generando unos bloques sólidos cuya sonoridad adquiere dimensiones de tal manera que la riqueza de matices es patente. Después esas estructuras que han ido apareciendo poco a poco se desvanecen para volver a un piano inicial, encargado de dar el salto a una nueva inspiración, o dar el giro hacia unos nuevos derroteros. Se producen pasajes de piano de una factura preciosista, cuya puesta en escena se asemeja en gran medida a la que podemos escuchar en diferentes instantes de la banda sonora del film "El piano". A contraposición de este orden armonioso van a contribuir la guitarra de Hillage, que ondea y planea sobre la obra, dejando más protagonismo en el primer movimiento al trabajo de los "sintes" de Tim Blake, para descargar bastantes más dosis en el segundo movimiento que van a revestir al conjunto de una atmosfera marciana característica de Hillage y de los teclados de Blake. Esto hace que la composición sea una balanza entre el orden y el caos manteniendo un equilibrio muy frágil. La 2ª cara propone elementos diferentes a los de la primera. Aparece una vena más experimental, más improvisadora, en las que las guitarras sintetizadas son más marcianas todavía, resultando junto a los destellos espaciales de los sintetizadores unos ambientes extraños e inhóspitos, elaboraciones más introspectivas en las que se incluyen partes realmente desconcertantes, donde nos parece discernir a lo lejos al piano intentando poner orden. Una obra excelente, diferente con intervalos muy inspirados, muy trabajada en la producción y los arreglos, profunda, reflexiva, dinámica y evocadora. No tiene desperdicio este experimento que se oculta tras una portada sugerente y repleta de contenido simbólico. PUNTUACION: (De 1 a 10): 8,2
"Más loco, más inmediato, más vistoso, Arthur Brown da un paso hacia delante en el gran delirio guiñolesco. Cubierto con una tiara que se enciende a discreción, produce un espectáculo asombroso, en el que la misa negra se une al circo. Se le considera realmente loco. Posee una forma de horror destructivo, atacando todos los mitos de la sociedad, y no sólo los modernos -como hacen los Move-, sino también los antiguos, con reapariciones de ritos bárbaros o misterios medievales. Se sale de su espectáculo completamente deslumbrado, con visiones infernales en los ojos y una impresión de angustia, como si todo fuera confuso, estuviera manejado por una voluntad satánica.
No es más que teatro y buena música de rock. El público está encantado pues puede admirar por fin un light-show en tres dimensiones. Existe un nuevo lugar donde se puede escuchar esta nueva música: el "UFO".
"Para Philip Norman, el más acertado biógrafo del grupo BEATLES, <>. Revolver es el presente y el presagio de las cosas por venir. Este futuro quedaba patente en el último tema Tomorrow never knows, con cintas magnetofónicas reproducidas al revés, tañidos distorsionados y un mensaje de Lennon que abría una puerta al futuro a través de aquel concepto promulgado por Henri Michaux por el cual se "busca el conocimiento en el abismo". Nadie comprendía bien lo que se quería decir, pero se intuía una etapa de exploración e introspección.
Ian Hunter........................Piano,
voz líder
Overend Watts...................Bajo
Buffin.............................Batería
Mick
Ralphs......................Guitarra y voz
Verden
Allens...................Órgano
1ª cara:
- You really got me
- At the crossroads
- Laugh at me
- Backsliding
fearlessly
2ª cara:
- Rock and roll Queen
- Rabbit foot and toby
time
- Half moon bay
- Wrath and wroll
Con ese estrambótico nombre del
cual no consigo saber su traducción, va a debutar este grupo a finales de los
60. Un álbum cuyo primer corte es la versión de uno de los temas más rompedores
en la historia del rock, "you really got me", un bombazo de THE
KINKS, pero no es el único cuya procedencia venga del exterior, también está
"laugh at me" de SONY BONO. Con esas preferencias parece que el
camino a tomar sean derroteros cercanos al rock and roll ó rock and blues, pero
lo cierto es que es un trabajo cuya línea no está del todo clara, dejando la
incógnita para ser despejada más adelante. Un disco donde hay muchas
influencias de gente muy diversa, realizando un sonido que supone una mixtura
de bandas tan distintas como PROCOL HARUM, SPOOKY TOOH o los mismísimos
ROLLING; y la que me parece más potente por encima de todas es la de BOB DYLAN
en su época ya eléctrica, incluso en la voz de Hunter que es sospechosamente
similar a la del genio, mostrando esa cadencia cansina y desaliñada que
caracterizaba a Dylan.
Por tanto partiendo de esas
premisas estamos ante unas composiciones que respiran de fondo blues y folk y
que tienen el punto progresivo sobretodo en los arreglos de teclados y piano
excelentes, que brillan especialmente cuando se combinan ambos, órgano-piano ,
pareja perfecta que supone una garantía de éxito.
Una obra contada a modo de
historias con mucho sentimiento, donde las guitarras mantienen las melodías a
seguir sin desmelenes dignos de mención, siendo los teclados los que de forma
cálida producen las variaciones del tema.
Cadencias sencillas; muy
claramente diferenciados los compases, girando en torno a la frase inicial,
acordes básicos una y otra vez, cierta melancolía flotando permanentemente, con
un sonido que incluso en pasajes invita al recogimiento y la reflexión y todo
ello contado por Hunter al estilo reivindicativo de Dylan. Un disco que termina
con una canción sin principio ni fin, enjambre instrumental que surgiendo del
fondo concluye con un éxtasis sonoro.
Una vez terminada la audición se
echa de menos algo en todo este conjunto, falta fuerza y un poco de magia, un
componente que nos haga vibrar, un gancho que nos haga retener momentos en la
memoria. Sin embargo la crítica fue provechosa y el álbum llegó a alcanzar
puestos muy altos en las listas de éxitos. Cuestión de gustos.